Un día alguien me dijo por ahí que yo vivía en el limbo, que nunca veía lo lindo de la vida, que era negativa y dramática; sólo le conteste
"si un día te pusieras mi zapato te darías cuenta porque no creo en cuentos de hadas y vivo la vida lo más realista posible aunque tenga que ser muchas veces negativa". El sólo atino a quedarse callado...
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